Cipriani politiza la iglesia

¿Coincidencia? El presidente Alan García llegó ayer a la Catedral de Lima para participar de la Misa de Pascua de Resurrección, precedido a pocos metros por la candidata de Fuerza 2011, Keiko Fujimori.

Eran las once de la mañana cuando García y Fujimori hicieron su ingreso al pasillo principal de la Catedral. El primero llegó acompañado de su seguridad y personal de confianza, mientras que la segunda lo hacía con su esposo, Mark Vito.

Momentos antes el candidato a la segunda vicepresidencia de Fuerza 2011, Rafael Rey, hizo su ingreso presuroso al recinto sagrado para escuchar la palabra de Dios, y mientras aguardaba el inicio de la misa, nervioso, no cesaba de llamar por su celular.

El ex ministro de Defensa, ni bien vio al Mandatario ocupar el lugar destinado a su alta investidura, se acercó a saludarlo y como si ello fuera una señal, García acudió ipso facto a saludar, con una sonrisa a flor de labios, a la pareja Vito-Fujimori.

Con igual diligencia, el Presidente de todos los peruanos acudió al encuentro de Keiko Fujimori cuando tocó a los asistentes darse el saludo de la “paz”, a pedido del Cardenal de Lima, Juan Luis Cipriani, a quien escuchó en actitud contrita y con un semblante que denotaba, por momentos, preocupación.

En medio de este panorama, la prensa se preguntaba qué fue del postulante presidencial de Gana Perú, Ollanta Humala, quien prefirió participar de una reunión con niños desamparados en Magdalena, para luego irse a su casa a descansar en familia.

El último sábado, el nacionalista había respaldado las palabras del Prelado de la Iglesia Católica peruana, a favor de lograr un acercamiento con su oponente en esta contienda electoral. Sin embargo, sus voceros afirmaron que si bien fue invitado no había confirmado su asistencia.

ATACA A VARGAS LLOSA

“Sufro cuando se pretende envolver en pergamino de cultura un aparente maltrato a la gran calidad del pueblo peruano. Por respeto a la homilía no bajo a más detalles. Pero hermanos, la fe católica, la cultura de nuestro pueblo y la libertad de la que gozan los ciudadanos exigen el respeto, por más altura que se haya logrado en un aspecto de la cultura”, expresó en una parte de su homilía monseñor Cipriani.

De inmediato sus palabras hicieron pensar en el premio Nobel Mario Vargas Llosa, a quien criticó en los últimos días por apoyar públicamente la candidatura de Ollanta Humala.

Luego, denotando enojo agregó: “No pensé jamás ser maltratado de esa manera por quien se presenta como el hombre de la cultura”.

En otro pasaje de su homilía y para no desentonar con Alan García, quien constantemente acusa a los peruanos de ser negativos y tristes, el prelado precisó que el pueblo peruano debería ser más alegre de corazón y agradecido. “Debe ser un pueblo que sepa reconocer las cosas y encontrar motivo de júbilo”, acotó.

Luego, monseñor pasó a saludar la presencia de Keiko Fujimori y de su esposo, y no tuvo mejor idea que hacerlo en el mismo momento en que hablaba de la necesidad de que la familia peruana se mantenga unida.

Mientras ello ocurría, en la afueras, numerosas personas que se congregaron en la Plaza de Armas para apreciar un colorido pasacalle puneño que fue paralizado por órdenes de Palacio hasta que se retire el Presidente del templo, expresaron su molestia.

Pero ni bien vieron a García ganar la calle, lo despidieron en medio de pifias que no cesaron hasta su ingreso a pie a la Casa de Pizarro.

Fuente: Diario 16

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